Si la piscina está vacía, lo primero que tenemos que hacer es revisar el vaso; tal vez hayan fisuras en las tuberías o, si es de obra, quizá algunos de los azulejos se haya desprendido. Si debemos reparar las juntas, no debemos esperar a la llegada del calor, la piscina no se debe mantener vacía durante mucho tiempo, porque las presiones subterráneas pueden provocar grietas. Para reparar estas grietas podemos utilizar una masilla que tenga altas propiedades adhesivas.
Antes de llenarla es muy importante revisar el estado de la depuradora, -que sirve para limpiar el agua-, la bomba y los filtros, -que la purifican y permiten su circulación-, y los skimmers, -cuya entrada, en forma de pequeñas ventanas encontramos en las paredes de la piscina, que aspira las impurezas de la superficie y las deposita en un cestillo-.
También debemos comprobar el estado de la arena del filtro. Un agua perfecta se produce por tener un sistema de filtración idóneo y en óptimas condiciones. Para ello, abrimos la tapa y miramos si la arena está muy sucia. La removemos con la mano y verificamos que está suelta. Si no está muy mal, podemos dejarla tal cual, o también podemos retirar la capa superior y poner arena limpia. Si se ha utilizado mucho floculante o la arena está apelmazada, será mejor sustituirla, para evitar que el circuito trabaje forzado. Es muy importante cambiar la arena del filtro cada 3 o 4 años, ya que la arena de sílice pierde su capacidad de filtración e incluso puede llegar hacer una piedra.
En estos últimos años, ha aparecido en el mercado el vidrio reciclado para sustituir la arena. El vidrio tiene muchas ventajas respecto a la arena, entre esas ventajas destacamos que el vidrio no se sustituye nunca, no se solidifica y realiza una filtración mejor que la arena.
Debemos asegurarnos que todos los filtros, cestillos de la bomba y de los skimmers, estén limpios y que no estén rotos, pues podrían dejar pasar materiales sólidos que golpearían y dañarían la turbina de la bomba. Antes de realizar la filtración es aconsejable que limpiemos el suelo de la piscina. Emplearemos un limpiafondos manual para esta labor, colocando la válvula selectora en la posición de desagüe, luego abrimos la válvula del limpiafondos y cerramos las válvulas de los skimmers y fondo.
Sólo queda barrer el fondo de la piscina, tirando el agua fuera para que no pase toda la suciedad por el filtro y sea mucho más sencilla la puesta a punto. Cuando acabemos de pasar el limpiafondos por todo el suelo, paramos el motor, colocamos la válvula selectora en filtración y abrimos las válvulas de los skimmers y del fondo.
Recomendamos hacer un lavado y un enjuague del filtro, así conseguiremos eliminar toda la suciedad retenida por el filtro y las filtraciones serán más efectivas. Posteriormente, deberemos ajustar las horas de filtración de la piscina a las condiciones climatológicas. Para épocas de calor tendremos que aumentar la filtración en, al menos, 6 horas diarias
Cuando nos enfrentamos por primera vez a la limpieza de la piscina podemos vernos abrumados y perdidos entre la variedad de productos y herramientas disponibles en el mercado para limpiar la piscina.
Uno de los tratamientos más usados para mantener la piscina en perfecto estado es a partir de productos químicos, que desinfectarán y conservarán el agua en óptimas condiciones de limpieza.
Para facilitar el trabajo podemos clasificar los productos para limpiar la piscina en 2 grupos:
Cloro: Es el producto más utilizado para mantener la higiene de la piscina, ya sea líquido o en pastillas. El cloro nos será de gran ayuda para mantener desinfectada, limpia y transparente el agua de la piscina, así como libre de microorganismos. Recordemos que los niveles de cloro adecuados deben ser entre 0,6 y 2. Para ello, con diluir 20 gramos de cloro por cada 15 m³ de agua, cada cinco o seis días, será suficiente. Si hemos puesto un tratamiento de invierno, es posible que el nivel de cloro sea alto. Tendremos que retirar todas las pastillas o envases de tratamiento, y dejar que el cloro se evapore durante unos días. Existen alternativas al cloro menos fuertes, como el yodo, el bromo o el ozono, aunque su precio es mucho más alto.
Antialgas: Otro producto imprescindible si no quieres ver tu piscina de color verde en muy pocos días. Es conveniente añadir al comienzo de la temporada productos antialgas, que nos servirá para prevenir la presencia de peligrosos organismos vegetales en la piscina, ya que, además de dar un aspecto verdoso del líquido, son un foco importante de hongos y bacterias. Una vez que han aparecido algas es más complicado eliminarlas, aunque se logra corrigiendo el pH y con un tratamiento con cloro con efectos de arranque. Recuerda que las algas son difíciles de eliminar por completo, y pueden dañar las juntas y otros materiales porosos.
Floculantes: Un floculante es una sustancia química que aglutina sólidos en suspensión, provocando su precipitación. Este tipo de productos nos ayudarán a eliminar los residuos que flotan y a mantener el agua de la piscina siempre cristalina. Los floculantes deben manejarse con cuidado, porque un exceso puede dar muchos problemas.
Los productos químicos para limpiar la piscina contienen ácidos que pueden ser dañinos para la piel. Para ello existe otro grupo de productos que debemos tener siempre a mano.
Regulador de pH: Como su nombre lo dice, sirven para regular el pH del agua. Recordemos que los niveles de pH deben estar entre 7’2 y 7’6. Con un medidor controlaremos regularmente que el pH del agua este correcto, y en su defecto deberemos añadir más (Incrementador pH) o menos (Reductor pH) producto para regularlo. Debemos asegurarnos de que los niveles de pH del agua sean los adecuados, para evitar que se causen daños en las instalaciones. Es aconsejable empezar siempre por regular el ph del agua de la piscina y posteriormente el cloro.
Nota: No podemos fiarnos de los líquidos reactivos si son del año anterior, estos se estropean, sobre todo con la luz del sol. Si tenemos dudas, siempre será mejor comprar líquidos nuevos.
Además de los productos químicos para limpiar la piscina tendremos que contar con algunas herramientas como mínimo tales como un limpiafondos manual, cepillos, mangueras, pertigas y recojehojas , con los que retiraremos y eliminaremos diariamente la suciedad acumulada.
Si no tienes los equipos adecuados, o quieres un diagnóstico más preciso, puedes traer un recipiente con una muestra de agua a nuestra tienda de productos para piscina, tenemos medidores electrónicos con una precisión mucho mayor que los líquidos reactivos.
Debes tener en cuenta que el cloro se evapora rápidamente, por lo que no debes guardar la muestra mucho tiempo. Lo mejor es que tomes la muestra justo antes de venir a nuestra tienda para que la analicemos.
Con estos sencillos pasos obtendremos un agua ideal para disfrutar del baño en la temporada estival.
El mantenimiento de una piscina puede parecer una tarea dura, sin embargo, si mantenemos una rutina diaria de limpieza, nuestra piscina siempre estará perfecta.