Según el último informe sobre salud laboral de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50 por ciento de las personas que trabaja en una oficina presenta problemas posturales relacionados con el llamado “Síndrome de la Oficina Enferma”. Las partes del cuerpo más afectadas son el tórax, la espalda y los costados, seguidos de la región lumbar. Y es que en una oficina es muy importante disponer de un entorno ergonómico, principalmente en el mobiliario de oficina, para evitar este tipo de dolencias.
Pero el “Síndrome de la Oficina Enferma” no obedece exclusivamente a causas ergonómicas. La ausencia de ventilación, luz solar, mala higiene y unos sistemas de refrigeración mal instalados o sucios, pueden favorecer la aparición de problemas respiratorios y alergias entre los usuarios de las instalaciones, ya que la contaminación del ambiente por bacterias y hongos lo favorece.
Dolores de cabeza, conjuntivitis, problemas dermatológicos, mala circulación, hasta dolores cervicales o falta de concentración, son algunos de los síntomas de este síndrome, un trastorno que afecta a miles de españoles y que es fruto del gran número de horas que pasamos ante ordenadores o entornos de oficina poco saludables.
En nuestra experiencia en la limpieza y mantenimiento de comunidades y oficinas, queremos compartir una serie de acciones que hemos detectado pueden mejorar el ambiente de su oficina si sospecha que las situaciones arriba descritas ya están pasando.
Sentarse de forma adecuada -usando un alzapiés, por ejemplo- rebajar siempre que sea posible el número de horas que pasamos frente a la pantalla del ordenador, revisar los aparatos de aire acondicionado de manera periódica -la limpieza es fundamental para que no proliferen hongos o bacterias en la oficina-, abrir las ventanas de vez en cuando para ventilar, incluir más vegetación en las áreas de oficina. Todo cuenta.
Algo que poca gente sabe es que los expertos recomiendan que las impresoras y fotocopiadoras se instalen en un sólo lugar de la oficina, aislado y ventilado, ya que liberan gas ozono, así como que evitemos la extendida práctica de comer delante del ordenador, para evitar que los alimentos se contaminen con el ambiente.
Un buen acondicionamiento acústico y térmico también es fundamental. Una oficina térmicamente cómoda es aquella en la que el 80% de los trabajadores no siente ni frío ni calor: entre 20-23º en invierno y 23-26 º en verano.
Si tiene cualquier duda, póngase en contacto con nosotros y podremos elaborarle una propuesta de mantenimiento de sus oficinas intentando paliar los efectos que la mala higiene en las instalaciones y en la climatización hayan podido ocasionarle.